martes, 31 de julio de 2012

RECUPERANDO LA IDEA DE CIUDADANÍA

Por años, nos hemos acostumbrado a creer que los ciudadanos -los miembros de la ciudad, que es la Polis- están sólo para votar cada tanto por ciertos personajes provenientes de los partidos políticos. Nos hemos acostumbrado a creer que nuestro carácter de ciudadanos sólo existe el día que votamos.

Esa reducción del concepto de ciudadano, ha sido alimentada no sólo por  el elitismo casi natural de cualquier organización, incluidos aquellos partidos políticos y sus caudillos, sino también por la pereza de nosotros, los comunes ciudadanos, ante los asuntos de la Polis, que son los asuntos del barrio, la comuna, la región, el país o el mundo, y que en definitiva es la Política. 

Siempre existe un punto, en que los ciudadanos debemos comenzar a asumir un rol más activo en las cuestiones que conciernen a nuestra ciudad, a nuestro entorno, el lugar donde vivimos. Sobre todo cuando vemos que la Política, que son los asuntos de la ciudad, y por tanto de los ciudadanos, comienzan a quedar relegados tras la mera lucha por el poder entre los mismos de siempre.

Hay que ir contra la corriente. Los ciudadanos no sólo estamos para votar, sino también para ser electos, para representar ideas, inquietudes y opiniones.

La Política no es exclusiva de los miembros de los partidos, que viven de la Política o para ella, sino de los ciudadanos, los comunes. De los que algunos llaman outsider.

La Política depende de aquellos comunes ciudadanos, que viajamos diariamente en el transporte público a veces esperando más de la cuenta para poder subir, para ir a nuestros trabajos, luego de pasar a dejar al colegio a nuestros hijos, que compramos en la feria el fin de semana, o en el supermercado. 

Esa es la idea que mueve esta candidatura.